sábado, 11 de febrero de 2012

RECORDANDO EL ITALPAK


Este relato lo cuenta Hari Marino que en esas añejas epocas estaba en el parque como boletero


El parque de diversiones Italpark estaba ubicado en el barrio de recoleta., mas exactamente en la Avenida del Libertador y Callao.
Ocupaba 4500 mts. Cuadrados, contaba con 35 juegos mecánicos y muchos stand de diversiones.
Fue fundado por los hermanos Zanon en 1960.
Ese sitio se convirtió en lugar de esparcimiento y mucha diversión, los juegos eran muy modernos y diríamos que algunos, no vistos en un parque de diversiones.
Yo trabajaba en una fábrica y como las necesidades familiares eran muchas, ya que estaba construyendo la casa, necesitaba de un ingreso extra.
Leyendo un aviso en el cual solicitaban boleteros para el parque en los fines de semana, me presenté, luego de averiguaciones y requisitos por parte del empleador me tomaron.
El primer mes me dieron boleterías de poco movimiento, calesitas y juegos para niños.
Con el tiempo me pasaron a los juegos principales.
En este lugar todo era rápido, rápido para cortar el boleto, rápido para cobrar, la gente siempre apurada me gritaba “vamos viejo” que ya se larga la montaña rusa.
Así era la vida en un hermoso parque, parejitas, soldados, marineros, chicas mucamitas de las casas vecinas y muchas familias con sus hijos.
En las primeras horas de la tarde, venían las familias, después de las 17 chicas y muchachos en grupo y otros solos, y a la noche, de todo, mujeres solas, parejas que regresaban de algún restaurante y todo el que andaba suelto por allí.

El ambiente cambiaba muchos después de las 11 de la noche, y hasta el cierre, la gente era de otra cultura y costumbres.
Que lindo recordar los espejos deformantes, el tren fantasma, el gran Prix, las ollas, el gusano, la vuelta al mundo, el castillo del terror y cientos de juegos más que hacían la felicidad de la gente.
Mucha gente que contaba sus penas su soledad y creía encontrar en los juegos un alivio, aunque fuese momentáneo para su dolor.
Se subían a los juegos más veloces, y reían, y reían a los gritos, luego al bajar se sentaban y sus pensamientos volvían, yo vi a mucha gente llorar.

Bueno ahora les contaré mi trabajo como boletero.
Como había contado, todo era apuro, vamos, vamos dame cinco boletos para la montaña rusa, atrás otro gritaba, dale que van a arrancar los autitos chocadores.
Entre el alcohol de algunos y el apuro de otros, se producía la confusión.
Casi todos pagaban con plata grande, ni sabían, ni preguntaban nada, solo querían salir rápido para meterse en los juegos, cuando comenzaba a darles el vuelto, tomaban lo primero que yo ponía y salían corriendo.
Yo les gritaba desde adentro de la casilla, otras veces salí hasta la puerta, pero ya no estaban, se los veía trepando a trencito que salía.
Nadie volvía a reclamar, el entusiasmo y su alegría por los momentos vividos les hacían olvidar sus vueltos.
El Italpark fue mas que un parque de diversiones, fue también un encuentro de parejas, un nacimiento del amor, amistad, y mas de una vez pude reconocer a mujeres grandes y hombres de mas de 60 que entraron solos y salían acompañados, pero no ese único día, las próximas visitas al parque ya eran parejas.

Resumiendo un centro de diversión y unión de gente que buscaba compañía.
El Italpark cerró en el año 1990 luego de ser clausurado por un accidente que costo la vida de una joven de 15 años al desprenderse una cabina del juego.


Esta niña se llamaba Roxana.
Allí muchos perdimos el trabajo, los juegos debían ser modernizados e inspeccionados por ingenieros que cambiarían los elementos desgastados por el uso.
Seguramente la inversión seria muy importante, ya que el parque no volvió a abrir
Luego de esto entre en Unicenter en los juegos, pero ya no era lo mismo.
Un saludo para todos., y hasta la salida del próximo tren fantasma.
¡ como se chapaba en la oscuridad !